todas las emociones son necesarias.
Si reprimimos las emociones, si no sabemos identificarlas y expresarlas, si las evitamos, sólo vamos a conseguir generar malestar e incluso intensificarlas.
Hoy invitamos a los niños a hablar de cómo se sienten, de sus reacciones, les animamos a contar sus miedos para superarlos, les abrazamos si están tristes y les escuchamos.
Hay que escucharles y acompañarles en el fascinante mundo emocional, porque si no lo hacen desde que son niños, les resultará más complicado cuando sean adultos.